Como crear una serie de televisión. (I)
Actualizado: 16 abr 2020
Del papel a Netflix
Capítulo I: El piloto
Llegas del trabajo hecho polvo (pre Covid-19 life), abres la nevera y tomas esa cerveza que te mira con sus ojitos de niña buena, ¡cómo decirle que no! Te sientas en el sofá y enciendes la tele. Entre sorbo y sorbo finalmente decides darle una oportunidad a esa nueva serie de la que todo el mundo habla, si es mala igual la pondrás a caldo en tus redes sociales, ¡muerte al mainstream!

Pero ¿te has preguntado cómo diablos saca y sacan contenidos nuevos cada semana? Quiero decir, entre todas las plataformas que hay (Amazon, Disney+, Movistar+, Netflix, Rakuten, el cine, la pu*a televisión nacional, etc.), ¡es un montón de contenido!
Bueno pues, para alimentar a la bestia necesitas mucha mucha comida, y esta bestia se nutre básicamente de guiones, buenos, regulares y malos, al final da igual si la comida es un 3 estrellas Michelin o un kebab de dudosa higiene, lo importante es que escupa contenidos para que la gente elija.
Es allí cuando los guionistas entramos en juego, y es allí cuando lo que parecía una montaña (escribir un piloto) se transforma en un Everest (salir en la tele).
Todo comienza con una idea, ojalá algo que no se haya hecho antes (¿qué tal una serie sobre bartenders?), o si se ha hecho, darle un enfoque original (¿una serie sobre bartenders en crisis existencial?). Vale, búscate un nombre memorable.

(no olvides registrarlo)
¡Hecho!
Ahora piensa en la historia, algo digno de ser contado, un viaje de crecimiento en el que una o varias personas transformen su vida a través de una trama interesante, ya sabes: un principio sorprendente, un nudo MUY enredado y un desenlace satisfactorio.
Bien, ahora que ya tienes la idea y la trama general, piensa en tus protagonistas. Cuantos más protagonistas más fácil será crear subtramas, pero cuantos más protagonistas más difícil será empatizar con ellos, así que, como siempre, es cuestión de equilibrio.
Perfecto, ahora es cuestión de organizarlo todo sobre el papel. Las series de TV parten todas de una biblia o dossier en el que se resume absolutamente todo lo que respecta al proyecto, esto significa: un resumen de cada capítulo, una descripción detallada de los protagonistas, de las localizaciones, del tono y tema de la serie, de dónde surge la idea, quiénes son los responsables, cuáles son las tramas principales, música, vestuario, y en definitiva, todo lo que consideres importante para contar la historia. Estas biblias suele ser de una longitud de entre 15 y 40 páginas, así que te puedes hacer una idea de cómo de detallado puede ser la cosa. Lo bueno es que cuanto más detallado sea tu documento, más fácil será escribir los guiones, porque tendrás un blueprint del proyecto en el cual basarte.

Vale, una vez superada la parte más tediosa, viene lo bueno, pues aquí es cuando empiezas a escribir el piloto. Respecto a la longitud del capítulo no te compliques demasiado, básate en un formato estandart para televisión nacional de 50 minutos (50 páginas aprox) que después ya habrá tiempo para reajustar los tiempos.
El piloto tiene que tener todo lo que tendrá la serie, desde una presentación del universo y personajes, un incidente incitador que transforme la vida de nuestros protagonistas y, a excepción de las sitcoms, el establecimiento de una trama central que nos guiará a través de todos los capítulos de la serie. Aunque si lo piensas bien, hasta las sitcoms tiene una trama central (Rachel&Ross).
Pero sobretodo, por encima de todas las cosas, recuerda que una vez llegados al final lo más importante es... ¡Ups! Se nos ha acabado el tiempo. ¡Continuaremos en el siguiente capítulo!
;)