La personalidad de marca.
¿Personalidad de marca? ¡Pero si yo solo quiero vender sillas!

Sí, tienes razón, para vender sillas no necesitas personalidad de marca, ni una estrategia de branding, ni un posicionamiento, ni tan siquiera un concepto creativo. Lo único que necesitas en un local y un cartel bien grande y brillante que ponga:
“¡20% DE DESCUENTO!”.
¿Ves qué fácil?
Tantos títulos y tantos años estudiando marketing y comunicación pa’ qué, para no saber ni cómo funciona un negocio ¡tse!
Muy bien, venderás un montón de sillas. Hasta que abran una tienda al lado que ponga en un cartel más grande y más brillante que ponga: ¡30% DE DESCUENTO! Entonces tendrás un grave problema, no solo de competencia, sino de márgenes, donde tus sillas comenzarán a perder valor de mercado al tiempo que el de los carteles se hace de oro.
Bien, ahora que hemos entendido que basar una estrategia de marketing y comunicación en el precio es suicida, vamos a adentrarnos en lo que nos dice la teoría y la práctica: Si quieres seguir vendiendo sillas, más te vale vender algo más que sillas. Y no me refiero a butacones, sofás o taburetes, no, me refiero a una cultura de empresa y negocio que haga que tu público objetivo te siga comprando a pesar de que al lado está un 10% más barato. Esto se consigue de dos formas, siendo amigo de tus clientes, que si tienes un negocio de vecindario es bastante fácil, o en el caso de empresas regionales, nacionales o internacionales (donde la proximidad nominal es imposible) con una personalidad de marca con la que tu público objetivo se identifique. ¿Pero qué es la personalidad de marca? ¿Un logo chulo y una frase que rime? ¡Ey! ¡Que a Reig Martí le funcionó de maravilla! Al menos hasta que a alguien se le ocurrió una mejor rima. Pero no, la personalidad de una marca no se la da un logo y un slogan, como tu personalidad no la define tu nombre o tu cara. Tu personalidad son un conjunto de construcciones psicológicas (actitudes, pensamientos, sentimientos etc.) y características psíquicas (conducta y cognición) que determinan tu comportamiento frente a determinadas circunstancias. De la misma manera, la personalidad de una marca debe encontrar la psicología que mejor se adapte a su público objetivo, a los productos y servicios que ofrece y a la cultura de empresa que la dirección desea dar y trabajar a partir de ello.

Ahora sí, podemos definir que tu empresa de sillas no es solo una empresa de sillas, no, es la empresa de sillas Heaven’s Throne, donde sentarse es una experiencia celestial.
Ahora ya empezamos a reconocer a tu marca por algo más que su precio, ahora sabemos que tus sillas son algo que merece la pena comprar, esto es valor añadido. Ahora es cuando empieza lo divertido: todos los mensajes que tu compañía lance deben girar en torno a tu personalidad de marca, y puedes llevarla tan lejos como tu imaginación te lleve: ¿Cojines en forma de nubes? ¿Una mascota disfrazada de Rey? ¿Una fábrica 0 emisiones para no ensuciar el cielo? Como ves la personalidad se extiende a todos los aspectos de tu empresa, no solo a la publicidad. ¿Qué opinas de tu público? ¿Crees que preferirá comprar sillas al 20% de descuento? ¿o adentrarse en un reino celestial y comprar sillas suaves como nubes? Por supuesto que el precio define mucho las venta, pero créeme que si Juan Sinnombre se enamora de tus sillas, preferirá ahorrar y esperarse un tiempo a cambiar sus sillas hasta que pueda comprarse una Heavne’s Throne, porque ese día, se “sentirá como un rey”. ;)
He aquí el poder del Storytelling.